Renuncia a tu necesidad de impresionar a los demás












Ya no intentes ser alguien que no eres, sólo para agradar a otros. No funciona así. En el momento en el que dejas de intentar ser lo que no eres, en el que te quitas todas tus máscaras, en el que aceptas y abrazas a tu yo real, la gente se sentirá atraída hacia ti, naturalmente.



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